viernes, 18 de junio de 2010

José Saramago, Un John Doe De Las Letras


Injusto. Injusto es que este blog hable de muerte con ávida frecuencia. Pero más difícil es citar nacimientos de personas ilustres... acaso el nacimiento de la vida es el mayor hecho ilustre.

Saramago
fue y es un gran escritor. Así que mi mejor postura será guardar silencio por respeto a su palabra, que ha de ser escuchada. Alguien que supo ver un mundo ciego y, en su ceguera, retratarlo. Eso ya es bastante.

Hace ochenta y siete años nació el poeta ateo que describió a Dios como el silencio del Universo. Su exilio patriótico no servirá de nada. Lisboa retoma sus restos para convertir cenizas en oro cual Rey Midas, pero no podrán quedarse con veintiún gramos de libertad.


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jueves, 17 de junio de 2010

AniverDiario


Si esto fuese un diario escribiría lo siguiente:

Hoy es un día importante.

Es el cuarto aniversario de mi matrimonio, casi ocho de convivencia, pero no hubo boda. Apenas tenemos tiempo para decirnos 'te quiero'. No obstante, la clave es... la clave es vivir.

Es el primer aniversario de la muerte de mi abuelo. No le he llevado flores, las flores son solo el vómito de los hipócritas. Pero lo sigo viendo en corrillos de abuelos por las calles. No estoy acostumbrado a su ausencia.

Dentro de una hora, es el Festival de Fin de Curso de mis hijas. Yo vestiré formal, pero a ellas las pondré como princesas. Espero que se diviertan, esa es su actual finalidad.

Me gustan los proverbios Zen. Pero tengo otros más graciosos:

"El hábito, hace al monje, vestido."

"Las personas cultas poseen el conocimiento, las personas inquietas lo intuyen, las personas incultas... no son personas, sino primates."


"La tormenta esclaviza a los miedosos. Los prudentes no merecen preocuparse."

Mañana tengo mucho trabajo, espero dormir bien porque estoy hecho polvo. Extraña Naturaleza.

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Pero como no lo es, me parece absurdo resumir mi vida a tan solo unas frases fortuitas.

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La Odisea Va Despacio (y III)


Para escribir esta entrada ha sido notorio más coraje y arrojo del habitual. Espero que sepa entenderse. No deja de ser un pobre ensayo.

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Hace unos días, me topaba con un Jodorowsky versando: Dios, un orgasmo eterno.

Pasé varias horas con esa frase en la boca, algunas menos en la cabeza, apenas unos minutos en la memoria consciente. Pero ahora sufro la sentencia de conocer su significado.

Si acaso Dios es esa plenitud encontrada, no buscada, ese éxtasis absoluto... me surgen dudas. Muchos estudios afirman que pasados unos minutos de un mundanal y presto orgasmo, nos topamos con sentimientos parecidos a los de una resaca. Algunos sienten desprecio, asco, vergüenza, arrepentimiento y todo un desfile de lastres emocionales. Yo los llamo errores de programación, haciendo un guiño a las teorías filosóficas cognitivas.

Si es eterno, concepto abstracto, significa que nos enfrentamos a algo sin abismo, a la meta en sí misma. Se podía decir que Dios no entra dentro de nosotros, sino nosotros dentro hasta fundirnos en una misma cosa. Por tanto, no podríamos concebir un después, no hay efecto, porque todo ES efecto. Un resultado sin pregunta no es respuesta, es hecho.

El tiempo fue un encuentro fortuito en la Humanidad. Las consecuencias. Al lado de un homo cualquiera yacía una o varias parejas, que pasados unos meses tras el coito, se producían cambios. Y nosotros alegábamos...
Si llueve, sentirás la roca húmeda. Pasadas unas horas, olvidarás la lluvia, porque habrá dejado de llover. La muralla del pasado queda relegada por un presente. Pero su efectividad desaparece en el mismo instante que cruzamos el siguiente lapso, el inevitable umbral futuro. Si recuerdas la roca húmeda y la agradable sensación que despertó en ti su olor, serás parte del pasado, aunque habrás arrastrado la roca al presente, quizá para la eternidad.

Mi inquietud es una máxima antigua la mar de interesante por una sencilla razón: se desconoce el momento histórico en el cual la raza humana adquirió la consciencia de su memoria. Todos los animales recuerdan ciertos lapsos. Los acontecimientos más traumáticos, positivos o negativos, o acaso memoria a corto plazo. Pero palían su déficit con enormes galas de instintos, depurados, no-conscientes y eficaces para la supervivencia. Nosotros tenemos una excepcional memoria en medidas temporales. Muchos datos, con calidad de detalles y lo más importantes: podemos revivirlo, trayendo esos recuerdos al momento y pudiendo producir esas sustancias químicas y demostraciones físicas que indican miedo, excitación, tristeza, odio...

Conocer la evolución del hombre en cuanto a magnitudes antropológicas no se basa solo en caminar erectos o tener una dentadura irregular. El conocimiento humano tiene su principal causa en esta duda universal: quienes somos y porqué somos como somos. Nosotros mismos somos la viva respuesta, pero necesitamos comprenderla. O acaso vivirla.

Hubo un músico, como yo, de origen armenio e infancia inquieta, que guardaba respuestas y contaba algunas:
"La fe consciente es libertad. La fe emocional es esclavitud. La fe mecánica es estupidez."
Volviendo al tema de la fe tratado en las dos entregas anteriores, ciego de fe o fe ciega son lo mismo. Tanto es así, que por datos lo estimo el arma que más veces se ha usado en la historia moderna, produciendo con puntualidad pero aleatoriamente matanzas a todos los niveles (exterminios de tribus, genocidios internacionales, o simples pujas de poder y trono...).
Es un túnel oscuro
con forma de espiral.

Cuando no esperas respuestas, no predispones conscientemente el cuerpo, no sientes gula intelectual, las respuestas se consideran fortuitas. Si el accidente es agradable, se produce serendipia. Si es desagradable, lo llamamos miedo.

Una de las más conocidas versiones que explican el porqué se produce el sueño, dice así: el cerebro, henchido de recuerdos nuevos, se ve obligado en hacer una purga selectiva y un tanto instintiva de lo más relevante. Cuando se producen periodos de reposo de la consciencia, el cerebro alcanza alta actividad neuronal y puede designar la importante tarea de reescribir las sinapsis. Todo debe ser cauteloso, pasar desapercibido para no alterar la armonía del conjunto. Claro, si cada día tuviésemos una visión distinta del mundo, sería como renacer sin memoria. Transformándonos en una versión nueva de nosotros cada día. Solo la materia nos pertenecería sin cambios, y ni eso, ya que mudamos todas las células de nuestro cuerpo cada siete años y algunas no se renuevan jamás.

Aquí yace la respuesta del tiempo. A nivel superficial son solo etiquetas, como 'domingo', 'verano', 'hora del brunch' o 'las vacaciones de Semana Santa'. Pero a nivel no-consciente, las etiquetas las decide otro concepto abstracto como el tiempo: el instinto.

El instinto nació para evitar la extinción. ¿Cuándo?. Cuando la vida tuvo fe y se aferró a vivir. Todavía, nuestra principal razón para vivir y por la que vivimos, es el instinto. Sonrío cuando leo que los humanos no lo poseemos; lo vi al nacer cualquiera de mis cuatro hijos. Sonrío al saber que ningún ser vivo puede subsistir sin periodos de sueño. Ya sean cortos o prolongados, pero nuestro cerebro estima más importante dormir, que comer. Podemos evitar comer hasta que el hambre nos engulla, devorando en última instancia la glucosa del cerebro, perdiendo la conciencia y, mientras la locura se aboca a todo, nos autodestruimos como las estrellas extintas de energía. Si no se producen apneas, la anoxia sería una causa de muerte física.

Maurice Halbwachs citaba la memoria pura, concepto bergsoniano. Cuando en entradas pasadas citaba la llamada 'memoria colectiva', no hacía apología de la 'memoria histórica', sino de algo mucho más profundo. Éstos se aprovechaban de su conocimiento en campos matemático y físico. Yo lo atribuía y enfocaba hacia algo mucho más místico y filosófico. En realidad estaba hablando directamente de la vida, anterior al génesis social, ya que el instinto tuvo que nacer en el mismo momento que una célula sobrevivía en condiciones no apropiadas para su mera subsistencia, cuando comenzaba la supervivencia, como dije "la fe en la vida".

Y creo que ese día fue biológicamente el nacimiento del tiempo, ya que se estableció la pauta hereditaria más genuina, alimentando la deuda, atómicamente solo fue un acontecimiento entretenido pero irrelevante. Nació el amor a la existencia misma.

Por cierto, si la fe es imprescindible para la vida, ¿será Dios el éxtasis de la vida?

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lunes, 14 de junio de 2010

La Odisea Va Despacio (II)


Despacio. Esa es la palabra. Tenemos prisa, pero de qué tenerla. Tenemos tiempo, o no.

El tiempo es una magnitud física de medida un tanto extraña. Sin una observación activa, podemos afirmar que no existe. Esa es la principal diferencia para con Dios. O quizá no, con la disposición apropiada, podemos ver, sentir o al menos intuir lo divino. Pero estaremos jugando con una mecánica biológica selectiva, no nativa, libre y natural. Por tanto, es solo algo abstracto, subjetivo y circunstancial, como la fe.

Su aparente flexibilidad solo se aprecia cuando no se percibe la frontera. La fe solo se nota cuando no se busca la meta inmediata. La causalidad la excluye.

Como músico, el tiempo es algo de excepcional interés para mí.

Si la entropía es cíclica, el tiempo no es consecuente, puesto que no podría describirse como una línea, sino como una cuerda sin fluctuaciones que gira sobre si misma, formando un círculo. Ahí entra la Cábala.

La principal duda que me inquietaba de pequeño cuando me contaban la historia del Paraíso Celestial cristiano es ¿y qué va después? Y un Pastor de prestigio me respondía: eso son palabras terrenales, en el Cielo gozaremos de la plenitud de Su Palabra y Su Obra para toda la Eternidad. Y yo respondía: ¿no vamos a hacer nada más?

Os explico. Se comenta que una vez acabe el reinado del mal sobre este pequeño planeta, se vendrá un Juicio Final donde los océanos y la tierra devolverán sus muertos.
Los que sean buenos, o absueltos más bien, irán de cabeza al Cielo, uno recién inaugurado con olor a reciente llamado Nueva Jerusalem. Los malos... ya se sabe, Highway to Hell!

Pues mi principal inquietud con esta historia es la anteriormente citada. Imaginemos por un momento que soy salvo, y con un derroche de imaginación, que entro en el Cielo. Cruzadas las puertas, solo queda por hacer en ese limbo gaseoso la oración, el cántico y la alabanza al Creador. Es lo más parecido a estar en el paro tirado en un sofá cómodo viendo y animando a tu selección de fútbol favorita.

Eso pensaba con siete años, con ocho ya estaba trabajando.

La Kabbalah dice que es tiempo de duda, y nos exime de nuestra curiosidad alegando que la búsqueda nos ofrece sabiduría, y la sabiduría es un regalo divino, no evolutivo ni genético. El afán de conocimiento se rivaliza con el afán de alegorizar en apenas diez o quince símbolos lo complejo de la existencia y la no-existencia.

Los budistas, refugiados en su Dharma, Shanga y Karma, tienen un concepto del tiempo eterno. Frente a la ciencia moderna, que lo asedia como algo algorítmico, finito. Creo fírmemente que los dos se equivocan, que todos erran, precisamente por sus obtusas definiciones y su necesidad inherente de definir lo puramente indeterminable, etéreo.

Por tanto, en la tercera y última entrega de este primer bloque de cosas o koshas, les ofreceré mi respuesta, la que 'temporalmente creo haber encontrado de manera fortuita'.

Y, por cierto, en el Cielo no hay WIFI. Cuando fenezca la revolución generacional geek, habrá otra con otros chistes más interesantes. Así que ser pacientes y a entretenerse con algo distinto a todo lo anterior. Ahí está la clave.

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La Odisea Va Despacio (I)


Hoy voy a publicar algo. Totalmente improvisado. Iré saltando de idea en idea, y podré abortar sin previo aviso. Con libertad absoluta, que me otorga la nomenclatura de este blog y su autoría.

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Últimamente, en una de mis lecturas de mi Biblia (versión europea Reina Valera de 1960), he quedado fascinado. Tiendo a asociar todo a un concepto científico. No creo que eso sea anticristiano, las principales religiones occidentales tuvieron que asumir la evolución de las especies hace cinco años, mientras en las orientales se daba cabida de esta máxima.

Tener fe en la ciencia es tener fe en el caos; solo se trata de una búsqueda, no de ordenar el mismo caos que rige y 'organiza' los universos...

Asocio el Apocalipsis de San Juan a las hipotéticas futuras colonias humanas esparcidas como semillas por la Galaxia, topándose con 'bestias de mil ojos', si acaso un hábitat natural ha predispuesto de monstruos como moscas gigantes. Leo y leo visiones de éste apóstol elegido y solo me imagino bichos de Star Wars elevados a una potencia de gúgolplex.

Los religiosos, tan tremendistas y buscadores de tesoros verdaderos, no entienden que el futuro es la Vida, no la desolación del mundo (de éste quizá, pero eso es solo una pieza). Creo que habrá que elegir, la marca que defina quienes serán salvados... pero a costa de la evolución intelectual (e involución natural).

Y poco importa cuántas especies de flora y fauna existan dentro de otros 2000 años. Si no queda el cuerpo, mientras quede la conciencia... Puede ser, como cita un versículo concreto, que podamos ser un todo sin forma, una no-materia, sin dejar de ser nosotros. Así sí formaríamos parte de un conjunto homogéneo y cíclico, equilibrado y perfecto (la imperfección está en el cuerpo, en lo material, objeto de examen y dictamen).

Como pueden ver, todo es susceptible a interpretarse de forma libre, no hay una versión inmutable, pura y objetiva, puesto que la mayoría andamos El camino en busca del Otro camino, pero cada uno es Dios y Diablo en sí mismo. Juez y verdugo. Parafraseando a Lennon, “La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado en otros planes”. Así que enfocando la búsqueda, la meta será más cristalina y menos elusiva, aunque siempre circunstancial. Somos mortales, pero hasta cierto punto, estimo una capacidad de consciencia colectiva, un cognitivismo algo pragmático.

Porque a decir verdad, hay un aforismo general en la Biblia hebrea, el libre albedrío es algo así: Yo (Dios) inventé el mundo, se te dará el conocimiento para descubrirlo y tuya es la voluntad de cómo lo gestionas... Y según hagas con él, así serás juzgado. Aunque la propia situación sentencia el resultado. Por tanto, citando a Ezequiel, otro visionario inscrito en el viejo Tanaj, ya estás juzgado. ¿Podemos atribuirlo a un ente superior?

Pero es muy arcaico y lacrado el sentido de bien y mal, absolver o culpar es un tanto obtuso pero necesario para nuestro propio beneficio. Creativamente, estamos eclosionando, intuyendo repuestas, pero intelectualmente aún andamos párvulos, los cuales nos podemos prescindir de unas culturalmente impuestas barreras morales. En mis manos está la oportunidad, pero siempre repercute a mi entorno. Los grilletes éticos son imprescindibles para guiarnos sin perder todo tipo de coherencia, con audacia pero sin osadía. Volar implica saber usar las alas, sino no es factible por mucho tiempo.

Por ejemplo, si descubriese la energía de fisión, la usaré para lo que quiera, pero habré contribuido al fin común que subconscientemente persigo: la respuesta a todas mis preguntas.

Habrá un tipo que dentro de cien años invente artefactos sofisticados que solventen los problemas de los demás con ella, y otro tipo que comercie y destruya a sus semejantes. El altruista y benevolente tendrá la luz en sus ojos, y el egoísta y avaro, el miedo. Ahí entra la religión, que balancea esta ecuación.

Esto me conduce a que, las palabras, aún no son sustitutivo eficaz de las emociones, acaso con una perspicaz y alentada instrucción para tal fin. Lástima.

PD: en la próxima edición hablaré del tiempo, no del lluvioso que hace últimamente, sino de cómo lo interpreta la Kabbalah y de cómo lo conocemos hoy día, sobre un trasfondo religioso, un suelo de adobe místico. Creo firmemente en el tiempo es uno de los inventos más geniales de la historia de la Humanidad, a tenor de su capacidad instructiva/destructiva…

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Imago Et Littera

Las imágenes que se muestran en este blog han sido obtenidas en su mayoría por la red y son de dominio público. No obstante, si alguien tiene derecho reservado sobre alguna de ellas y se siente perjudicado por su publicación, por favor, no dude en comunicármelo.

Dado el uso indebido en muchos casos, desconozco la fuente original y en consecuencia, la autoría. En ocasiones pretendo rendir homenaje y ofrecer una accesible lectura gracias al apoyo gráfico, pues creo firmemente en la conexión de la artes y su complementación inherente a su misma concepción.