
En mayúsculas mi soledad:
como en un pintoresco carnaval de bullicio
ensordecedor, pero que no comunica nada de sentido ni valor.
Mi verso más austero existiría en una descripción literal de ti,
solo así sería sincero completamente.
Hay hierbas que matan y hierbas que curan
pero todas ellas son hierbas;
el mal leñador no hace distinción de qué tronco cortar
el bueno selecciona con minucioso cuidado la madera que se llevará.
Cuando callan las trompetas comienza la guerra,
cuando tú callas siento una elusiva confusión
te noto tan lejana que parece que me mientes
engañando mis besos, y eso no es bueno.
Me alegra tu consuelo, como abrazos de hiedra enredada en mi cuerpo
ahondando hasta un espíritu lleno de cicatrices.
Allí te guardo y siempre espero una nueva cita
allí no se hace tarde nunca porque siempre es de noche.
Zarandeando libros de pastas gastadas
vierto fantasías sobre tu desnuda materia voluminosa
allí nace el horizonte donde ignoro los motivos de mis arrugas,
allí una noria quebranta pétalos de flores eternas
y solo en mi largo viaje amainará la tormenta
que tantas veces escupió cascabeles líquidos al cielo.
Nuevamente, allí pienso en una última posibilidad de alegría.
***
como en un pintoresco carnaval de bullicio
ensordecedor, pero que no comunica nada de sentido ni valor.
Mi verso más austero existiría en una descripción literal de ti,
solo así sería sincero completamente.
Hay hierbas que matan y hierbas que curan
pero todas ellas son hierbas;
el mal leñador no hace distinción de qué tronco cortar
el bueno selecciona con minucioso cuidado la madera que se llevará.
Cuando callan las trompetas comienza la guerra,
cuando tú callas siento una elusiva confusión
te noto tan lejana que parece que me mientes
engañando mis besos, y eso no es bueno.
Me alegra tu consuelo, como abrazos de hiedra enredada en mi cuerpo
ahondando hasta un espíritu lleno de cicatrices.
Allí te guardo y siempre espero una nueva cita
allí no se hace tarde nunca porque siempre es de noche.
Zarandeando libros de pastas gastadas
vierto fantasías sobre tu desnuda materia voluminosa
allí nace el horizonte donde ignoro los motivos de mis arrugas,
allí una noria quebranta pétalos de flores eternas
y solo en mi largo viaje amainará la tormenta
que tantas veces escupió cascabeles líquidos al cielo.
Nuevamente, allí pienso en una última posibilidad de alegría.
***