jueves, 25 de diciembre de 2008

Dulce Navidad


La Navidad no existe.

Odio el pluralismo moral,
los esfuerzos de una generación son argollas para la siguiente.

Me gustan las cosas sencillas de la vida,
comer, dormir, el dinero, el sexo…
¿hedonista yooooo?
No, solo un mal criado,
resultado del silogismo disyuntivo
entre dadaísmo y violencia explícita.

Cada día hablo menos
las palabras tienden a explorar clichés
condición de arquetipo.

Pienso en el suicidio con frecuencia
pero cuando me quedo observando la húmeda cuchilla a solas
solo veo un acto tremendamente gay;
tendría la respuesta a tantas dudas…

En Navidad agrupo penas
y les pongo nombres de perro.

En Navidad solo me apetece correr desnudo
pero tengo secuelas de una reciente neumonía.

Soy el dolor que exhala la cicatriz
tras un picor exacerbado por provocar tontas heridas.

Adoro la Felicidad -
pero como cualquier dios es abstracta, ambigua,
un concepto desinhibido de toda realidad presente…

Adoro la Navidad -
pero en mi tierra nunca nieva,
y no se producen aludes, ni sucesos consecuentes.

Necesito trajes de Armani para sentirme más seguro,
comprar un caballo y cocinarlo al horno
amar el sentido de las hojas secas escarchadas
y su tonalidad fauvista.

Me siento identificado con los olores
son el mejor recuerdo del mundo… por su evanescencia.

El hijo de la historia, de la circunstancia
siempre me deja fantasmas de herencia.

¡Acallad los ecos!
Como me gusta esa expresión, carajo…

Algún día inventaré la pólvora,
será la luz de un pueblo y un arma para el enemigo:
la memoria de la victoria, es el rencor del futuro…

Me gusta escribir, lo reconozco con el ansia de la lluvia.

Tengo cartas inconclusas a novias inventadas,
aguardo a sus Majestades los Reyes Magos,
la penitencia colgada de un hilo
percheros de sol a sol.

¡Tengo una rabieta de complejo!
Dostoyevski le replica a Jodorowsky…
Por mi como si se matan, pero que me dejen cagar tranquilo.

Y de vez en cuando,
entra algún gilipollas en este blog para llamarnos a todos llorones
no hay cosa más hipócrita.

Asoma la paz bajo el rocío de una flor de enebro
pero la bruma siempre trae sangre
y Tim es ahora agente de bolsa.

Dulce, dulce como un confite muladí
harás que se me caigan todos los dientes
me escueza el paladar y desee comer gusanos necrófagos.

Buenas fiestas y buena suerte.

***

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Imago Et Littera

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Dado el uso indebido en muchos casos, desconozco la fuente original y en consecuencia, la autoría. En ocasiones pretendo rendir homenaje y ofrecer una accesible lectura gracias al apoyo gráfico, pues creo firmemente en la conexión de la artes y su complementación inherente a su misma concepción.