viernes, 3 de julio de 2009

Consideraciones Previas

Se dice, que aquel que pasa mucho tiempo pensando las cosas, acaba por no hacerlas.
A contraposición de este saber popular, la muerte nos llega a todos, ya sea mañana, o doscientos años después de fallar el limite de vida de las células madre. Mi abuela siempre dice, tardas más en decirlo que en hacerlo.

Nada hay más triste que estar despierto y vivir sonámbulo. Y lo dice uno de esos estereotipos fallidos, un fracaso de proyecto humano. Lo típico en estos casos: víctima de, preso de, forzado a, sometido por…

He tenido muchos trabajos, en algunos me ha ido mejor que en otros y, pese a no ser un ejemplo de conducta, me he forjado amistades, halagos y algún que otro arrechucho.

He vivido, basta decir eso, sobran las demás palabras.

Dicen también que la gente como yo, teme a todo menos a lo que todos temen. Curiosamente, cuanto más despiertos estamos, más nos auto-anulamos… la destrucción total de toda forma de vida más allá de nuestra epidermis.

Hay unas entidades que pululan con mayor o menor acierto que suelen facilitar sustancias a quienes abren los ojos demasiado, no vaya a entrarnos polvo. Ser hormiga obrera parece ser fácil.
Llámese psiquiatra a aquel que sin dignarse a escuchar, extiende cheques por valor de fluoxetina; llámese psicólogo a aquel ávido venido a menos, hijo de pueblo, que te lleva por delante antes que dignarse a recetar algo. Al fin y al cabo, todo es placebo excepto aquello que es exactamente todo lo contrario.

Hace años, oyendo casos de fugas psicogénicas, vi que la felicidad se medía en tiempo. Tantos minutos equivale a tal porcentaje de serotonina, tal cantidad de horas equivale a tal nivel de anandamida. Creo que nuestras glándulas endorfinas quieren parecerse a esos médicos que prescriben sustancias químicas a tiempo completo. Lo siento, mal chiste.

Ese caso que tanto me llamó la atención, tenía la 'habilidad' de escapar de la realidad por periodos de tiempo concretos, que él mismo decidía, para después volver a una vida completamente normal con una apacible sensación… vamos, lo que viene siendo un chalado, solo a que tiempo parcial. El tiempo, que gran concepción.

Bueno, ya me he ido del hilo.

Dije hace mucho que aquellos renegados a morir, viven un lento y continuo suicidio. No descubrí la pólvora. Pero estaba equivocado. Hace tiempo también que acepté el morir, y sigo viviendo un lento y continuo suicidio. Hace más que leí “Poeta en Nueva York” y dejé de llorar.

A los prototipos extenuados como yo les recomiendan donar sangre… para algo que tenemos propio, de valor místico en algunas culturas, sinónimo de salud, de vigor... Pese a las recomendaciones médicas, la duración del motor que bombea y limpia periódicamente es limitada. Aunque qué sabré yo de vida, la muerte no llega a las dos mil quinientas millones de pulsaciones de media. Qué sabré yo de paz y guerra.

Dicen además, será por decir, que para valorar el verdadero sentido de la vida se ha de sufrir… Tranquilos, de eso estoy servido. O el que presume “cuando estás apunto de morir, cambia tu percepción de las cosas”. Bueno, pues también lo he probado en un par de ocasiones.

Sí, definitivamente soy un llorón… de tinta en tóner o de h2O con excedentes de sodio da lo mismo. Soy cínico, pues vale. Soy hipócrita, mejor que mejor. Soy un lacayo de una circunstancia agregada, pues dale silogismo disyuntivo. Soy un reflejo de una sociedad desestructurada, ale dramatismo. Soy una prostituta en el cabaret hediondo de la noche, pues bailemos hasta el amanecer.

No tengo ganas de discutir contigo a decir verdad.

¿Saben qué? Mi generación pasada vio crecer a estrellas de la telebasura, hitos musicales y caretos del celuloide. Yo en cambio, los veo morir, apagarse, fenecer. Pero no quiero ser tremendo, el urban art despega, las fashion victims resurgen, y los que nunca se han ido, ya huelen. Es hora de analogar lo digital, el famoso concepto inside out, o como dice mi abuela, volverlos como un calcetín.

Son palabrejas anglosajonas, en Oxford verás crecer genios, en Caracas, las sombras de figuras… estadística, experimentos sociológicos, porcentajes de éxito de patrones concretos… los que no piensan en morir, no lo incluyen en la ecuación. Es triste y aburrido pensar así, es mejor que un “papel plata” de Trident acabe con una especie terrestre según el efecto mariposa, o que unas recicladas deportivas neohippies sean fabricadas por crías vietnamitas de ocho años.

Después de todo, ciertos estudios indican que el mayor nivel de cambios a nivel molecular, eléctrico y químico, lo producen los vientos solares, el polvo cósmico y las fuerzas gravitacionales… y los principales componentes del aguarrás se encuentran en la naturaleza, ¡pero no los de las bombas atómicas!

¿Qué hace que nuestros universos se expandan exponencialmente? ¿Qué hace que las alternativas sean respuestas válidas? ¿Qué hace que los multiversos estén conectados a nivel dimensional por estratos sin chocar? ¿Qué hace que me invente palabras sin revolucionar el contexto?

Mientras soñamos, el alto nivel de actividad cerebral debido a reparaciones de las funciones cognitivas y memoria neuronal hace que tengamos alucinaciones lúcidas. Fase REM 1 & 2.
Mientras estamos despiertos, el alto nivel de acciones no conscientes de nuestro cuerpo, hace que pensemos que no somos dueños de nuestra vida, y que el libre albedrío es un concepto no tangible, abstracto, excluso de eficacia. Conclusión: el destino está escrito, pero sobre la marcha, a nivel sináptico. Vale, segundo chiste malo, paradoja al canto.

Puede que todo esto, cuanto toco, siento, sea una ensoñación… Dicen incluso que la cotidianeidad de las cosas, infundada por cierto, es un síntoma de consciencia. ¡Pero si la hemos inventado nosotros, los despiertos! Vosotros solo la habéis descubierto, como el reflejo de la luz de una vela en una sala de espejos.

Cuando me dan brotes de egocentrismo, siempre tecleo en Google “VY Canis Majoris”, lo inusual, es que se trata de la estrella más grande conocida, no ‘realmente’ la mayor. Desde la misma concepción de la palabra, ya era un símbolo de egocentrismo.

Puede que las palomas tengan un programa de efectividad, para moverse y comer la máxima cantidad de comida tirada en el suelo de un parque público en el menor periodo de tiempo posible. Puede que cenar queso con una copa de vino tinto produzca cefaleas… colapso de vasos sanguíneos, reactivación de los fermentos lácteos, presión y masas. Puede.

Por eso, siempre digo que si el fuego devora tu casa, puedes contemplar mejor la bóveda celeste. Proverbio viejo, pero efectivo, siempre y cuando, si te cansas de mirar astros perdidos y fríos tengas un lugar donde comer y cobijarte de la maldita intemperie.

El día que declaren estado de sitio en cuanto a emociones, el día que censuren vía monitorización las fantasías sexuales, el día que los bebés se incuben en matrices artificiales, el día que aparezca el Felicitaxín o algo parecido [el nombre de una posible cápsula patentada con la pertinente raíz latina], para adormecer rebaños de ganado humano, ese día yo…. Yo no estaré para verlo.

Datos curiosos, para ser una carta de muerte, irradia vida, o al menos, consecuencias de vida. Shakespeare y Cervantes murieron el mismo día. Era para paliar… vale, tercer chiste malo. Punto muerto. Hora cero.

No creo que la existencia esté carente de ironía… la silla eléctrica la inventó un dentista… un treinta por ciento de las anécdotas que cuentan los profesores a sus alumnos en las escuelas es mentira. Hemos aprendido a fiarnos de un fantoche al cruzar la esquina, pero no de nuestros padres que aún conservan en su falseada memoria el recuerdo de una guerra nunca acaecida.

Hemos aprendido a elaborar campañas publicitarias de prevención de riesgos mientras las principales compañías automovilísticas cambian de carburador a inyector, el mismo que después produce el doble de muerte por calcinación al conductor de un coche y sus pasajeros debido a la sobrealimentación del mismo. Conciencia común.

Cuando pienso en morir, solo me entran ganas de matar, debería empezar a corregir eso. Me desagradan muchas cosas, como mi peso… cómo adelgazar si el primer alimento que tomé nada más salir de aquel ergástulo uterino era grasa para lactante, solo pretendía seguir con la dieta, pero aderezándolo con cosas más sabrosas. Vale, cuarto chiste, encima de gordos. En realidad es mi físico, no la masa corporal, pero eso viene de antes, hasta cuando era un tirillas.

Hay una línea de ropa especializada en vaqueros con las caras de héroes indios caídos. Mi abuelo falleció el pasado diecisiete de junio, día de mi tercer aniversario de bodas. Justo un año antes, perdía mis alicientes de trabajo… malos augurios para fechas tan señaladas.

Ya, ya… debería haber empezado por ahí. Pero, ¿saben qué? Hace ya tiempo que perdí la iluminación y he llegado al punto donde debo pensar en cómo continuar, cada frase es una losa marmórea, cada párrafo es una exhalación cruel… o eso, o que por fin empiezan a hacer efecto los resultados adicionales del combo lorazepam y diazepam en mi organismo. Podría haber puesto a cocer nuez moscada y habérmela inyectado, habría estallado con un cohete de feria.

No pienso perder mis últimos minutos con vosotros, no soy ni un profeta ni siquiera un elegido para alguna misión divina, cosa que pensaba cuando quería cambiar el mundo antes de que él me cambiara a mi.

No pienso ni siquiera hacer por respirar, bastante patético es buscar la última píldora a horcajadas sobre una alfombra que contiene más ácaros por centímetro cuadrado que las almohadillas de los ratones.

No pienso reír ni llorar, la indiferencia es un buen síntoma de superación.

No pienso en pensar. Es demasiado laborioso.

No pienso en buscar símiles o metáforas.

No pienso levantar los brazos.

No pienso en nada.

No.
No, no, no.

NO.

Vale, eso último puede suponerse una consideración posterior. Pero ya es tarde para jugar a la ruleta rusa, tarde hasta para cambiar el agua al canario. Tarde para pintar 'NO' con sangre en plan tragedia Helénica sobre papel de pared, que quedaría singularmente dramático.

Que descansen.
Al menos de mis chistes malos. Vale.

***

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Imago Et Littera

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Dado el uso indebido en muchos casos, desconozco la fuente original y en consecuencia, la autoría. En ocasiones pretendo rendir homenaje y ofrecer una accesible lectura gracias al apoyo gráfico, pues creo firmemente en la conexión de la artes y su complementación inherente a su misma concepción.