lunes, 25 de enero de 2010

Jazz Para Días Lluviosos


Hoy voy a dedicar una entrada a 'culturizar' a aquellos que gusten de buena música. Voy a colgar unos cuantos temas, imprescindibles en mi vida que son principalmente standards del jazz actual, baladas modernas atemporales, y muy difícil de ejecutar con la precisión emocional suficiente, casi siempre vencidos por la fatua grandilocuencia, el vacuo ofrecimiento de intérpretes demasiado preocupados por la pose.

En España, uno de los mayores exponentes en este sector de jazz, smooth y elegante, es mi admirado Tete Montoliu, del que cuentan que la injusta Historia debería situarlo frente a Monk, Corea, Evans o el mismísimo Art Tatum, y al que le dedico el último tema, listo para sentir.

Los que me conocen bien, saben que disfruto tanto de los primeros King Crimson precisamente por su regusto jazzy y meditabundo. Así que el jazz en mi vida es una parte fundamental.

El primer tema es el más curioso. A veces sucede, que el standard lo reinventan tanto, que apenas dedican un minuto al motivo principal y el resto son variaciones tonales edulcoradas y solos interminables. Es innecesario, pues precisamente en estas baladas, bajar el tono, 'abrirlo', es sinónimo de buen gusto.

Por eso he elegido la versión del carismático Count Basie; si bien era un pianista sobresaliente, en su dirección a cargo de big bands enormes daba el todo y el resultado era poco menos que espectacular.

El tema en cuestión es April In Paris, aquel que Sinatra entonaba con solemnidad, registrado en 1955, y el cual adoro por su simpleza:



My Funny Valentine lo descubrí con diez u once años, a cargo de algún trío anónimo. No creo necesario explicar que se trata de uno de los standards con más personalidad que se han creado.

La interpretación corre a cargo del virtuoso trompetista Chet Baker, ideal para este tema por su condición de músico delicado, intimista, genuino siempre. Hace unos meses descubrí una web donde sostiene que la canción logró un record Guiness debido a la [in]numerable cantidad de versiones.



Esta versión de Bill Evans, seguramente registrada a finales de los años cincuenta, es bastante corriente, pero está interpretada con buen gusto. When I Fall In Love es una preciosa balada popular de la que odio (no entiendo porqué), que se cante. Siempre prefiero las versiones instrumentales, son mas sutiles, no precisan la seda de una voz, aunque esta sea magnífica.

Solo puedo añadir que cuando caí en las redes del amor juvenil, sonaron estas notas en alguna parte.



I Can't Get Started es otra muestra de placer musicado. El saxo es dueño de Cannonball Adderley, exponente del hard bop y discípulo directo del estilo feroz de Miles Davis, con el que compartió placa y escenario en varias ocasiones... con eso obra todo lo que quiera añadir.



La Milonga Del Ángel, no puede encuadrarse dentro del jazz, pero su melancolía es un nexo común en las anteriores piezas. Además, Astor Piazzolla mezcló con buen gusto free jazz, tango modal y piezas clásicas. Hoy día se le tiene en su lugar, con su condición de semidiós, lejos que aquella etiqueta de heterodoxo y libertino, en cuanto a lo musical.



Y me despido con lo prometido. Una maravilla titulada Nostalgia, cantada por María Martín con una gracia sin par y con un piano español. Son la otra cara del jazz, la más soft y fusionera. La original es un tango, no tiene esta clave, pero me apetecía acabar con algo popular de sabor hispano.




Y hasta aquí mis primeros recuerdos de jazz nocturno y lluvioso.


***

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Quimera Sobre Quimera


El siguiente poema es otro ejercicio rítmico.

La metáfora del primer verso es la primera seña de ello y siempre avanza la forma. El sencillo acróstico junto con la rima asonante abierta (ABAB/CC/D/EE/D/FF/GG) donde se intercalan pareados endecasílabos conforman la estructura del mismo.

Quizá guarde relación con el poema Aparición; los dos son un tanto oníricos y forman parte de una etapa ciertamente imaginativa (que no creativa).

· Quimera Sobre Quimera ·
(XVI)

“QUIMERA sobre quimera
y pasa la vida entera...

... ROSA de mercurio. Cáliz de plata.
Estúpidas voces, cretino acento.
Péndulo olvidado sobre la almohada
Estoy desatento de estar atento.
Trémulas arterias descansan tristes
Inútiles corazones con quistes.
Dubitativos sueños en el lecho
Acaecen sobre mi noche oscura
Susurrando amenazas de locura.

Veo una sombra moverse en el techo
Espacioso, y gritarme al oído;
Cruento, tirano y atroz malentendido
Escuchaba mi sordez la quimera
Sintiendo dormirse tras la litera.


***

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Imago Et Littera

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Dado el uso indebido en muchos casos, desconozco la fuente original y en consecuencia, la autoría. En ocasiones pretendo rendir homenaje y ofrecer una accesible lectura gracias al apoyo gráfico, pues creo firmemente en la conexión de la artes y su complementación inherente a su misma concepción.