
Hoy he visto como el cauce del reino
es más hondo que el collado de la muerte.
No aprecian al poeta pero aprecian su poesía
en la quietud está su constancia
y prevalece de vanidades impresas en aves de paja.
Botaba una sinfonía en mi corazón
por una pequeña princesa,
en mi dermis sembraste una frágil flor
y por mis venas licuaba inocencia.
No es más ni el que hace ni el que dice
sino el que siente,
en el alma que perdura
está lo bello que los demás jamás ven -
allí sufre hasta enloquecer sus pensamientos,
el recuerdo fotógrafo lo ciega
en una mente virgen y llena de lozanía.
Quién pronuncia el nombre del poeta
espera una respuesta, pero su necedad es inconmensurable...
Cuanto más alta es la risa más falsa es la tristeza,
cuanto más grande es el sufrimiento, también mayor es la felicidad.
Hoy he visto como apresa la sucia belleza
que nunca limpia sus rincones llenos de mugrienta mentira y olvidada verdad,
como dioses de porcelana.
Amar es la primera parte de la palabra Amargura.
***
es más hondo que el collado de la muerte.
No aprecian al poeta pero aprecian su poesía
en la quietud está su constancia
y prevalece de vanidades impresas en aves de paja.
Botaba una sinfonía en mi corazón
por una pequeña princesa,
en mi dermis sembraste una frágil flor
y por mis venas licuaba inocencia.
No es más ni el que hace ni el que dice
sino el que siente,
en el alma que perdura
está lo bello que los demás jamás ven -
allí sufre hasta enloquecer sus pensamientos,
el recuerdo fotógrafo lo ciega
en una mente virgen y llena de lozanía.
Quién pronuncia el nombre del poeta
espera una respuesta, pero su necedad es inconmensurable...
Cuanto más alta es la risa más falsa es la tristeza,
cuanto más grande es el sufrimiento, también mayor es la felicidad.
Hoy he visto como apresa la sucia belleza
que nunca limpia sus rincones llenos de mugrienta mentira y olvidada verdad,
como dioses de porcelana.
Amar es la primera parte de la palabra Amargura.
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