Human - Unidad

Tengo una duda que me inquieta.

Llevo un par de días reflexionando sobre ello, y os quiero preguntar a los escasos lectores de este blog, ¿pierdes la 'humanidad' cuando sufres? Me refiero a hechos traumáticos, que te mantienen en vilo durante meses, esos que recuerdas aunque quieres olvidar.

No se, pero parece ser que exponerse a largos periodos de dolor, mental o físico, suele acarrear problemas a largo plazo.

Pero a mi lo que me da miedo es dejar de ser empático con la gente que me rodea, dejar de sentir profusamente para pasar a ser indiferente, peor persona, o menos humano.

Es algo que me hace dudar. Cuando eres un niño, las cosas pequeñas te afectan mucho, lloras por todo... no os riáis del llanto de un niño, pues todos los dolores son iguales decía Goethe, algo así como que todos tenemos nuestros problemas y en función de la importancia que le damos, así actuamos...

Una vez adolescentes, con el tema de los desamores, o los falsos recuerdos, la liamos parda, somos poco menos que un saco de hormonas... y así sucede. El reflejo de todo eso suele ser una absoluta pasividad.

Pero claro, si pasas por mil y una aventuras, conoces y olvidas a mucha gente, y sobre todo, sufres a mansalva... pues puede llegar un punto donde todo te importe una mierda, o donde las experiencias te transformen en un gurú, o quizá valores mucho más lo 'verdaderamente importante'... o yo qué se.

No es intrínseco en mi personalidad valorar mucho cualquier cosa, no me han educado así, soy profano, egoísta... pero es verdad que ha dejado de importarme casi todo lo que me rodea excepto mi familia. La vida misma.

Y quisiera saber por qué.

Últimamente acaece un suceso extraño, que me conduce a más preguntas... es como si pasara de ser una unidad a tener conciencia del todo, a ver a través de los ojos de los demás. En contraposición a esa ausencia de empatía, de flaqueza, pérdida de fe en la fe... acecho cualquier acontecimiento en 'tercera persona'.

Voy a los cines, y veo a la gente en vez de la película; mientras paseo por la calle, observo, escucho o estudio a las personas que me rodean. Suelo acertar lo que piensan mis amigos/familiares/conocidos. Me recuerda a esas realidades posibles de Run Lola Run... pero con más cautela.

La primera vez que sentí algo parecido, dejé constancia en un poema que en breve publicaré. Decía esto:

"Entre las líneas de cercanías
puedo oler los orgasmos de la noche anterior
y saborear los peores perfumes,
puedo probar un poco de cada estrella."

El caso es que mi intuición es mucho más aguda a juzgar, y me he vuelto demasiado irónico por lo que recuerdo... y aquí estoy sincerándome, postrado para lavar los pies al público que se preste, con honestidad.

Dicen que cuando te dedicas a filosofar, no tienes tiempo para amar, pues el pensamiento te domina. Yo digo que si quieres recorrer la vida de forma contemplativa, más vale que te busques una buena coartada.

Y no me las doy de gafapasta ni de falso profeta, no soy el freak de ninguna banda, mi pedantería tiene un límite razonable y mi onanismo e intrusismo intelectual han bajado varios peldaños con los años.

Pero cada día que pasa, siento más y más a la gente, por encima de sus lenguas, sus ropas de tribu urbana... como cuidamos nuestras mentiras y nuestras verdades, los ademanes ocurrentes, nuestra propia existencia.

Veo 'arte', 'belleza' o 'amor' en muchas más cosas, donde antes había odio, rencor, hipocresía. Habiendo estudiado estética, conociendo la ambigüedad de esos conceptos y dando por entredicho cualquier norma o etiqueta, no es lo que yo imaginaba... no es propio de mi.

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