Sonetos A Mi Viejo Amigo

Volvemos al poemario Memorandum.

Durante años, alguien quiso dejar constancia en mi infancia de su buen hacer, su mandato y su poderío... a los doce años le escribí estos sonetos, durante un par de tardes donde me marché a vivir temporalmente a Barcelona. Forman parte de una secuencia de 12, pero solo quiero postear los seis primeros.
Pasó a integrarse en Memorandum Estacional en el verano del 2002, cuando andaba escaso de ideas, para contextualizar algunos sucesos, a modo de retrospectiva. Además, alguno de ellos fue publicado en un boletín de mi cuidad por el Día de la Mujer.

Como sonetos que son, su estructura, rima y ritmo es muy clásico, aunque hay alguna que otra licencia.

· Sonetos A Mi Viejo Amigo ·
(V)

LA muy verdad a la mentira engaña,
nadie supera a nadie sabiamente
es la necia mezquindad precozmente,
la causa de tal reflexión huraña.
Omitir el valor. ¡Qué gran hazaña!
Reflejar la fe interesadamente,
versar amor u odio solemnemente,
a parte igual: que irónica se ensaña.
¡Oh, risa graciosa, sublime vuelo
dominante reposo del recelo
burda mofa, ridícula hediondez!
No espera a los tartáreos El Cielo.
El tiempo es monseñor de cada tez.
Quién jura, amenaza palidez.

~-~-~

Débil gusano en manzana podrida:
los tercos impotentes son esclavos
de sí mismos atados a sus clavos;
infinito dolor que nadie olvida.
Llanto o lluvia. Zarpar, partir no es la ida,
¿huir acaso de estridentes pavos
o sufrir la suerte, desunir cabos
que prometían ilusión perdida?
Yo me regocijo de mi albedrío,
no hay sino Dios, no el tuyo sino el mío,
único maestro y dueño de mi alma.
Pío, pío, se acerca el seco estío,
¿queda pues un caballero de calma
o un valiente? Otro asesino salma.

~-~-~

Veo una mosca infectando mi hechura,
poca cultura, tan malas maneras
perderán todo, quieras o no quieras,
que erradica por tu casual nervura.
Egoísta la beldad se apresura
sobre quien feo es, como feas fieras,
tenebrosa luz que ciega, esperas
a que tu mirada sea locura.
Infantil y vana pasión congregas,
matrimonios verdaderos disgregas
(en) tumulto, ajeno reo presunto.
Un alcohol descompuesto segregas,
que va de injurias completas adjunto...
Deseamos verte, verte difunto.

~-~-~

La tormenta de guerra se previene,
ángeles caídos envenenados.
Y por nuestra humildad somos odiados
bondad, amistad y amor se detiene.
Ruido golpeador ya nadie contiene,
el sollozo de mártires pegados,
heridas y llagas, castigos dados,
a quien, por tierno, menos culpa tiene.
No pensaste en el recuerdo pasado
ni un segundo por doquier caminado
de tu existencia cruel y amancillada.
Horrendo, este cuento se ha acabado
basura de tu lengua vomitada
que al oído deshonra y desagrada.

~-~-~

Hombre que sueña, mujer que resiste,
hacer un fuego con tablas mojadas,
mantenerlo con leñas bien pintadas,
y secarlas con un poema triste.
Gris llanto, amada no te sentiste,
palabras, en el silencio olvidadas,
promesas en las noches trasnochadas,
del necio hombre que tú desatendiste:
Niña frágil, delicada confusión,
con destellos de Luna, yo te juro,
borrar lo imperfecto del corazón.
Y mimando con esmero yo curo
penas, maltratos, tu vieja aversión,
el descuido mendaz, el débil muro.

~-~-~

Siente Eros un daño inmenso y letal:
dos almas que el odio quiso atrapar,
un cobarde que jamás supo amar,
beso extraviado al abismo abismal.
Porque arde al porche un fulgor pasional,
de un ascua que hoy en ceniza enterrar,
luto al muerto, sin la tumba excavar,
dar fin a caricias, puesta irreal.
Sentimiento de culpa equivocado,
hoguera dulce que el viento ha apagado;
apagados, pensamientos de amor.
Encuentro con el enfermo implicado,
no hay mensaje para todo dolor,
esperanza quiero y azar de color.

***