jueves, 16 de julio de 2009

Saudade... De Ermitaño


Hace unos días, recibí un comentario en el post 'Soledad... O Algo'. Quedé enternecido al leerlo, a la tercera vez, he de confesar. Y quisiera hacer un par de observaciones.

Lo copio tal cual lo recibí por si alguien quiere leerlo con mayor comodidad.

"Es extraño querer presionar cada tecla para expresar algún pensamiento y temer a hacerlo, tal vez a veces quiero que todo quede aquí dentro y no haya evidencia alguna de lo que ha pasado o pasa por mi mente en ciertos momentos o de lo que puedo sentir y los vacíos de mi estómago cuando la soledad me abraza tan fuerte que no logro zafarme o el silencio me aturde hasta no poder escuchar. Fue difícil lograr este momento, amo escribir pero cada vez que lo intento siento…

No entiendo cuanto valgo, o no valgo lo que siento, tal vez un engaño a lo que realmente pienso, me arrastran aquellas mentes cerradas, me dicen que la belleza se manifiesta de una manera cuando se que no es cierto, cuando el agua puede ser bella no solo por su transparencia sino por lo refrescante. Me engaño cuando intento “adornar” este traje que cubre órganos, tejidos, venas, huesos, sangre. Me engaño cuando intento ser interesante, cuando se que el interés que puedo provocar en los demás puede depender únicamente de mis pestañas, de un saludo o de mi silencio, pero me agobia, me entristece, me atormenta, a veces, no sentirlo, no verme amada o tal vez deseada, no sentirme atacada por los teléfonos, los correos o las cartas inclusive en algunos momentos por las miradas.

En el fondo no quiero usar recurso alguno, simplemente ser y estar, habitar y sonreír, solo que parece que es la soledad la única que logra enamorarse de esto, la única para la que no valen adornos ni son necesarias palabras halagadoras o tontas y menos las máscaras que habitualmente se encuentran en las calles.


Soy una mujer, o tal vez no, mejor un ente, un ser viviente, habitante de este loco mundo que se siente mas sensible cada vez, que lucha contra aquello que ve injusto pero finalmente termina mezclada entre la injusticia, que se contradice en cada momento, que no sabe ser mujer, que quiere encontrar el príncipe el de su propio cuento de hadas, la ame sin besarla y la desee sin mirarle, que disfrute escucharla o con sentir cómo palpita su corazón, que logre encontrar y descifrar el mensaje de esa mirada a veces perdida, que intenta vestirse de alegría, con ojos que empiezan a acostumbrarse a lágrimas con las que no se topaban hace algún tiempo porque aquel corazón luchaba contra la sensibilidad y el dolor pero ahora quiere rendirse aunque aun intente que nadie lo note.


A veces es bueno sentirse en el mundo de las maravillas, verlo todo tan mágico, tan posible, tan amarillo, tan lleno de luz y con sabor a chocolate y ese es el mundo que empiezo a vivir pero al que no quiero acostumbrarme tanto para que la realidad no se olvide de mi y en algún momento piense en la posibilidad de regalarme una gota de lo que me hace falta.


Envío esto aunque no se con que intensión… Probablemente que lo sepa un ser viviente con nariz y orejas diferente al vacío.


Para nadie, para nada."


Querida Alicia, nativa de un País de profusas Maravillas, ahora tornadas en pesadillas, visitante esporádica, déjame decirte que el único sentimiento no biodegradable es la soledad. Estamos enfermos de soledad, hasta las cejas de síntomas, infectados en masa. Pandemia.

No obstante, tu esperanza es un as en la manga ante malas manos.

Yo siempre he tenido la necesidad de ser amado, pero sobre todo, de amar. Dicen que si alguien tiene veinte años y otro diez, la única diferencia son los otros diez años de soledad que llevas a los talones. Me hubiese gustado que me 'agobiaran con llamadas'... También dicen que "la forma más rápida de llegar al corazón de alguien es con una piqueta". En un sentido metafórico, sobra decir.

La verdad es que muchos hemos sido criados por nuestras madres creyéndonos especiales, algunos más que otros... la tele americana nos ha enseñado que el chico popular es el 'guay', la chica popular es la que puede rechazar a todos los chavales... en cambio, el rarito de turno, era el freak, con su consecuente soledad, aislamiento, marginación y en ocasiones, violencia (como era en mi caso). Desprecio injustificado. Además, el profesorado no ayudaba en absoluto con sus desquites, más bien la soledad era una mancha en el expediente, eran los grilletes de mis oportunidades.

Quisiera conocer el sentido de la palabra 'rarito'. Como nace su concepción y hasta qué baremos puede aplicarse y como suele producirse... Quisiera saber, porqué los raritos, pasados los años de adolescencia, tras obtener buenos trabajos, grajear amistades, tener reconfortante sexo esporádico, comprar productos de marca como toda la corriente popular, seguimos siendo irremediablemente raritos.

Como dijo mi admirado Chuck Palahniuk en Fight Club "No somos copos de nieve perfectos y únicos, estamos hechos de la mista materia en descomposición del resto del mundo".

Irónicamente, cuanto más duros seamos con el oponente, menos posibilidades hay de revancha. Somos 'esos' copos, de unidos crean avalanchas, que desperdigados traen... accidentes de tráfico. Que sea lo que Dios quiera, como diría mi abuela.

Gracias por tus palabras, por exponer tus sentimientos a través del anterior escrito y gracias por ayudar dando tu visión, regalando tus privados pensamientos.


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Imago Et Littera

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